En la teoría cognitiva de Beck, creencias tácitas y reglas vitales estables del individuo acerca de sí mismo y del mundo, de carácter rígido y poco realista, que impregnan y condicionan la construcción sesgada de la realidad, mediante un procesamiento distorsionado de la información (de arriba-abajo), de caracter simplificador, que elabora y codifica únicamente los estímulos consistentes con los esquemas mentales preconcebidos, ignorando y olvidando la información inconsistente con ellos. La eventual pérdida de información, o la distorsión de la misma que implica, da lugar a que en la depresión se establezcan contingencias casi imposibles para la autovalía, mientras que en la manía se exageren los aspectos positivos y se eleve la autoestima.